lunes, 13 de abril de 2015

Paseando por el parque

Foto tomada de internet

El otro día hizo buen tiempo y me vino a la mente ir a pasear al parque. Nos gusta pasear por los parques, donde hay árboles, sombra, brisa y el tiempo pasa perezoso... Nos solemos apartar de las zonas donde hay niños, porque nos gusta disfrutar de la tranquilidad y normalmente nos sentamos en un banco a la sombra. Otras veces nos gusta ir a ver las ranas... O las tortugas...

Y entonces nos ví... A los cuatro... Con las bolsas de pan duro, cortándolo en pedazos para echárselos de comer a las carpas y las tortugas que nadan bajo ese mar de lotos y nenúfares... Removiendo el agua y haciendo saltar mil gotas que brillan bajo la luz del sol y provocándonos risa mientras competimos a ver quién localiza el ejemplar más grande.

Ya deben estar abriendo las flores... Seguro que las carpas que alimentábamos siguen allí. Quién sabe... Quizá nos encontremos de nuevo un día asomados a la barandilla observándolas...



2 comentarios:

  1. El mundo es muy pequeño, y esos lugares especiales, pocos. Así que, quién sabe...

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    1. Y a pesar de lo pequeño que es esto aquí, no nos hemos vuelto a encontrar... Ni en ese lugar, ni en ningún otro...

      En ocasiones siento ganas de llorar... Siento dolor por lo que se estropeó, tristeza por lo que no se puede recuperar, angustia porque no se volverá a encontrar... Me siento culpable por no haber intentado mantener el contacto a pesar de todo lo que estaba ocurriendo en aquellos momentos...

      Entiendo que ahora no podemos aparecer de nuevo en su vida, ni se me ocurre tal cosa, aunque desearía un café al menos, sólo unos minutos con un café... Aunque fuera en silencio... Pero sería doloroso para todos... Reabrir una herida, al fin y al cabo.

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